30 de julio de 2010

Chile

Después del paso apresurado que tomamos por las ultimas regiones de Perú, llegamos a la frontera con Chile, ya anhelábamos hacer un paso mas ágil, aunque con la Kombi esto es cuestión de paciencia.
Despues de parquear a lunita en la fila de ingreso vehicular, vamos a sellar los pasaportes a otra fila que estaba larga pero se movia rápido, nos habían dicho que los fines de semana si estaba bien congestionada por el paso sobre todo de chilenos comprando ropa en Tacna. Llenamos un documento similar a la tarjeta andina que funciona en Chile y Argentina donde se ponen los datos personales, de contacto y el tiempo estimado de estadía. Posteriormente vamos a ingresar la Kombi, que requisa señores, que interrogación, claro que a lo ultimo se convirtió mas en una cuestión de curiosidad. Despues de pasar la maleta que teníamos por rayos X, nos hacen pasar a un lugar donde escanean todos los vehículos de carga, realmente no sabemos si esto lo hacen a todos los vehículos o solo a los que por una u otra razón parece sospechoso, nosotros no tenemos nada raro ni ilegal en el carro, entonces no hay que temer. Lamentablemente muchos de nuestros compatriotas hacen que la situación con el resto de los colombianos que andamos en cosas ajenas y diferentes a delinquir seamos sospechosos con el solo hecho de ser colombianos. Al ver la actitud respetuosa y gentil de los agentes de aduana llegamos a la conclusión que fue solamente una requisa igual a la del resto de la gente.
Tan solo con haber pasado la frontera se nos adelanto 2 horas en el reloj y nos preguntamos: ahora quien nos devolverá las 2 horitas de sueño que nos van a faltar mañana? Es la cuestión intangible del tiempo y el espacio, se nos escaparon 2 horas y no nos dimos ni cuenta.
Recorremos con calma y alegría el desierto que venimos viendo desde la mitad de Ecuador, la misma monotonía, pero ya en un país diferente. Llegamos a Arica, e inmediatamente notamos algo interesante, llego la calma y la tranquilidad, no se escuchan ni bocinas ni esa agitación del trafico a la que estábamos acostumbrados en Perú, para nosotros esta si es una buena noticia. Para nadie es un secreto que Chile es un país mas tranquilo y seguro, con personas de actitud diferente.
Antes de perdernos en la oscuridad de la noche y las calles tranquilas de la cuidad y más aun sin mapas en el GPS, buscamos la estación de gasolina mas cercana y parqueamos la Kombi, sin ninguna inconveniente, dormimos nuestra primera noche en la Schell. 


Al dia siguiente con el ciclo circadiano confundido, nos despertamos 2 horas mas tarde de lo acostumbrado, desayunamos y vamos rumbo a la cuidad, vemos por primera vez los billetes chilenos y nos confundimos nuevamente con el cambio, no sabemos si multiplicar por 3,8 (y convertirlos a pesos colombianos) o dividir por 523(y convertirlo a dólares), en fin esto es lo que nos pasa cuando cruzamos otra frontera. Notamos que las cosas son costosas, la comida es costosa, el precio de la gasolina similar al de Colombia (592 pesos chilenos por litro), por lo cual no nos causa ningún gesto de admiración. Al transitar como peatones, los vehículos se detienen a esperar que uno pase la calle, a veces hasta frenan en seco, toda la gente tiene paciencia para manejar y tienen la suficiente calma y tranquilidad como para dar espera con la bocina, esperar a que el semáforo cambie totalmente a verde o frenar los pares como debe ser. Esto si que anhelábamos verlo algún dia, en conclusión con estas cosas los chilenos nos llevan años luz de ventaja, da vergüenza saber que nos falta mucho de esa cultura cuidadana, donde importan mas las personas que los vehículos. Ya después de tanto voltear por el centro y comprar un chip de celular, decidimos avanzar, salimos rumbo a Iquique (307 kms) vamos por toda la ruta 5 panamericana, con el mismo paisaje por todas las ventanas de la Kombi, arena, piedras y montañas de estas, el viento es muy fuerte, mueve la Kombi sorpresivamente, en las curvas, en lo recto, hay que tener mucho cuidado cuando pasan grandes carros que te tapan el viento o cuando los adelantamos (aunque esto casi no nos ocurre, es raro que podamos adelantar), porque cuando el carro te sobrepasa, hay un efecto de succión, que puede hacer hasta que los carros se volteen y nosotros con ese juego en la dirección que como ya nos habían dicho antes “eso ya no es un juego ya es en serio” debemos ir con mucha más precaución.

Estamos pisando tierras que hasta 1879 fueron de Perú y Bolivia y que con la guerra del pacifico fueron territorio chileno. Conflicto por interés de la explotación del Guano y minerales, que dejo a Bolivia atrapado y sin salida al mar. Iquique antes peruano, llegamos al ahora chileno en horas de la caída del sol, bajamos una gran montaña de arena hasta encontrar la cuidad en el borde del mar. Iquique como casi todo el norte de chile vive de la minería, en especial del la extracción de cobre, los autos nuevos, grandes camionetas rondan tranquilamente por toda la cuidad, y mas ahora que el todavía estamos en verano. Como siempre en nuestra llegada a una nueva ciudad, llegamos al centro comercial y desde ahí tratamos de ubicarnos. Buscamos un hotel para “decíamos nosotros, descansar bien, tal vez subestimando la dormida en lunita” y después de llegar a varios hotelitos y preguntar los precios, quedamos asustados, eran costosos para lo que ofrecían y lo que nosotros necesitábamos era internet, no justificaba pagar 40.000 pesos chilenos (60 USD) solo por la conexión de internet.
Como anteriormente lo habíamos hecho, decidimos quedarnos en la bomba de gasolina, muy transitada en la noche, con varias despertadas por la gente que llegaba de las discotecas, pero con un buen clima y con bastante seguridad. Al siguiente dia salimos rumbo a Antofagasta, una mañana mas fría de lo que nosotros esperábamos, sabiendo que estamos en verano, con el mayor abrigo posible y el tanque de la gasolina lleno, salimos rumbo a Antofagasta (410kms), en este trayecto dejamos la panamericana atrás y tomamos la ruta costanera, ya cansados de tanto desierto. La bruma costera que se ve en todo el paisaje hace ver el mar corto y con fin, la espuma del mar que choca con las rocas de los acantilados y el mar, nos encanta, vemos varias colonias de leones marinos tomando el sol y gran cantidad de aves que juegan y planean en el aire.

Llegamos a Antofagasta, territorio boliviano hasta la guerra del pacifico, un lugar similar a Iquique por la actividad de sus habitantes, por su ubicación costera, montañas de arena a su alrededor y el característico frio del desierto en la noche, Sabemos que vamos fijo con la dormida en la bomba de gasolina así que reservamos nuestro espacio una vez más. En la noche hay mucho movimiento en la cuidad, vemos muchos viajeros y personas con sus mochilas que haciendo autostop buscan que alguien los lleve mas al norte o al sur o buscan su lugar de acampada en la playa. Aca en Chile la gente en verano arma su paseo en la playa y solo llevan su carpita y prácticamente en todo lugar la pueden armar y como hay seguridad, pues imaginen la cantidad de carpas en las playas.
Nos llama la atención en la playa un letrero que muestra índices de radiación solar durante el dia e indicación de uso de protector solar, nos parece curioso y después de tanto investigar y preguntar, Chile y las regiones mas australes del planeta tiene un grave problema con la radiación solar UV, por efectos del hueco de la capa de ozono en la región antartida, cada año esto va empeorando y es un problema de casi de salud publica, durante el verano la radiación UV puede llegar entre severa y muy severa. Con las predicciones del estado del tiempo en noticieros y periódicos además de dar las cifras de temperatura, humedad, precipitaciones, etc, dan los indices de radiación UV diaria, ya desde hoy sabemos que el enemigo numero 1 del ser humano en Chile, es la radiación solar, entonces a usar protector solar como mimos y ponernos las camisas de protección UV, es mejor prevenir. Vemos la cuidad en la noche “noche de verano” en realidad todavía hay sol hasta las 8 o 9pm, recorremos la avenida costanera, ponemos un poco mas de atención a la forma de hablar de los chilenos, nos confunde un poco lo que dicen y en la velocidad que lo dicen, son bastante rápidos para hablar.
Hay algo que hemos tratado de hacer desde que ocurrió el accidente de Jorge en Perú y es repartirnos sagradamente la manejada cuando los trayectos son muy largos, para evitar la fatiga, el cansancio y principalemente el mal genio, además dar la oportunidad al que va manejando de que disfrute el paisaje detenidamente. Asi que trataremos que asi siga siendo y conducimos de 3 en 3 horas cada uno.
Al despertarnos, hacia la mano en el desierto, 71 km sur de Antofagasta, sobre toda la panamericana (ruta 5), no podíamos faltar nosotros y lunita en este lugar y la típica foto, si no la tomamos es como si no hubiéramos pasado por ahí.

Escultura de 11 metros de cemento y hierro, realizada por el chileno Mario irarrazabal, explicación de porqué en este lugar en medio del desierto, vaya a saber, pero es un buen punto de parada para descansar de la monotonía del paisaje. Este artista es famoso por sus esculturas de manos, se pueden encontrar otras similares en Venecia, Punta del Este y España.

Unos 300kms mas al sur queda el parque nacional pan de azúcar, lugar que por referencia de nuestra guía de viaje, se podía acampar a pocos metros del mar, es importante al estar sobre la panamericana sentido norte sur, estar pendiente de la vía de ingreso. La via de ingreso al parque nacional, tiene un camino pavimentado, bien señalizado, con un paisaje que nos recordó la vieja historia del correcaminos y el coyote, 30 km después del ingreso de la panamericana, llegamos a la playa de agua clara y pequeñas olas, no cobran por la entrada ni por acampar.

 El pescado típico por aca, el congrio frito (lo que se vende como pescado frito es filete de pescado apanado, siempre acompañado de papas fritas en una buena porción) ya con el alto costo de todo, decidimos no preguntar y solo comer, acompañamos el almuercito con una botella de vino chileno, pero lo que más nos causo gracia es que lo traíamos en el carro desde Colombia, vino chileno comprado en Colombia y traído a Chile.
Nos atrevimos a poner nuestros pies en el agua del pacifico chileno, sabiendo que ya nos habían advertido de que era muy frio, pero viendo a las personas metidas en el mar muy contentas, decidimos hacerlo nosotros también. Nunca nuestros pies habían tocado agua de mar tan fría, hasta la arena que se había mojado las olas son para huir, nos quedamos con nuestros océanos calienticos, por ahora con lo del mar nos rendimos. Mientras pasan las horas se expone la luna llena y la temperatura va bajando rápidamente, nosotros pensamos que si esto es verano, como será el invierno???? Que flojos somos nosotros los que vivimos en el trópico, estos cambios bruscos de temperatura nos afecta demasiado. Las dormidas en Chile han sido las más frías de todo el viaje hasta ahora, hay que dormir entre varias capas de ropa y cobijas y la arrunchada propia de la pareja en cucharita es decir “CALOR HUMANO REAL Y TANGIBLE”.

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