31 de julio de 2010

Sur de Chile

Despues de muchos abrazos con don Benito y darnos de su almacén varias piezas para consentir a lunita, nos acompaña hasta la salida de Santiago, el va con sus amigos para preparar unas humitas (algo asi como los envueltos de maíz) y nosotros mas al sur con varias paradas con calma para llegar a nuestro destino en Temuco en 2 dias de viaje sin forzar mucho el carro para llegar a 697 kms.

Nuestro camino por la ruta 5 seria sin hacer escala en los lugares afectados por el terremoto, por que este es un momento en que en lo que menos deben estar pensando es atender turistas, asi que vemos las secuelas a travez de la via con grandes grietas, los pasos peatonales y puentes de autos caidos, que no debe ser para nada el equivalente a la gran destrucción que debe haber y mucho menos a la preocupante situación de orden publico y tristeza familiar.

En Temuco ya siendo de noche nos detenemos en una estación de gasolina y que mas sorpresa, otro colombiano bombero (en chile bombero, el que trabaja en la bomba de gasolina) que se sorprendió al ver las placas negras y amarillas de lunita con sus 2 ocupantes compatriotas a bordo. Al siguiente dia, el motivo de retrazar el avance, cambio de aceite después de haber cumplido 3000 kms del ultimo cambio. En horas de la tarde salimos un 86 kms con destino final Villarica, muy nublado y con un poco mas de frio, decidimos pasar la noche a las orillas del lago bajo la luz algunas pocas estrellas que aun se alcanzaban a percibir. Sorpresa, al despertarnos y encontrar el cuadro al frente de nosotros y que el dia anterior por la gruesa bruma no podíamos percibir?


El imponente volcán villarica con su gran pico con nieves perpeturas y su fumarola que muestra que aun sigue vivo, cuidad solitaria y tranquila escondida por el frio de cada dia, recorremos sus lugares y plazas, sus calles engalanadas por casas al estilo Suizo, en búsqueda de un lugar donde revisar el sonido que empezó a tener hace unos cuentos kilómetros creemos que tiene algo que ver con balineras de la llanta trasera. Encontramos un lugar que nos resuelve el problema pero es descomunal lo que intentan cobrarnos por un cambio de un balin y ajustar unos tornillos. Con una llanta bien desgastada, esperamos que sea posible hacer alineación y balanceo y dejar un poco mas de tiempo al cambio de la llanta y dar espera para conseguirlas fuera de Chile, dado los altos costos de cada cosa.
A un poco menos de 40 kms por la via villarica Coñaripe, pasando por lincan Ray, otra maravilla de la naturaleza que nos puede ayudar con el frio, son las termas de coñaripe, nos han advertido el alto costo de estos lugares, pero esperamos contar con suerte por la temporada de otoño y encontrar mejores precios.

Después de recorrer la carretera y llegar por una corta carretera de ripio con un hermoso paisaje verde amarillo, encontramos la entrada a las termas, la mayoría de ellas cerrada por la baja temporada y las termas geométricas a pocas horas de cerrar, estábamos tristes pues habíamos recorrido un largo camino, pero nos quedaba una ultima opción, donde preguntamos y a pesar de estar en baja temporada, nos dejaron acampar por un bajo costo y la bañada con el frio que estaba haciendo la dejamos para otro momento. El lugar hermoso, desolado, con las sombras de la naturaleza nocturna, las estrellas que iluminaban un poco y el sonido del agua del rio que corre, acompañada de una buena botella de vino y la cena para terminar el día.
El destino siguiente mas al sur por las vías alternas junto a los lagos y el bosque hasta llegar a Panguipulli, cuidad que embellecida por la hermosa vista de su lago homónimo, parqueamos la Kombi a sus orillas y esperamos ver caer la noche, acompañados de las actividades de siempre, una charla del tema que se nos ocurra, filosofar acerca de la creación del mundo, las estrellas, las personas, leer un libro interesante o ver una de las cuentas películas que cargamos.
Madrugar mas al sur se nos hace mas difícil, el frio y la confusión horaria de nuestros relojes biológicos son los causantes, después de arreglar la cama y poner todo en su lugar salimos rumbo a Puerto Varas, por toda la panamericana, a velocidad crucero 70 kms por hora y con mucha paciencia después de mas horas de las que nos imaginábamos, siempre disfrutando de ese hermoso paisaje del sur de Chile, con el verde en todas sus tonalidades y agua por do quier.
Puerto Varas un pueblo encantador a las orillas del lago Llanquihue con una hermosa vista a 3 picos nevados, el volcán Osorno, El volcán puntiagudo y el cerro tronador.

Al llegar nos parqueamos junto a la orilla del lago tratando de ubicar el lugar donde dormiríamos junto a lunita esa noche, cuando vemos a lo lejos una persona de mas de 2 metros que se acerca con una gran sonrisa, al ver el Colombia en la placa de la Kombi y nos dice “que Colombia es hermosa” de acuerdo con el intercambiamos un largo rato de palabras hasta enterarnos que el Ognen de Macedonia (con un muy buen español) junto a su esposa Juan China, están haciando un viaje por suramerica que inicio en Cartagena Colombia, están en puerto Varas igual que nosotros y se encuentran en un lugar de camping bien equipado al que nos llevó. Su linda Kombi blanca VW de los 80, los acompaña en su aventura donde dejaron su profesión de Abogado y Economista para conocer un poco mas del gran planeta en el que nos encontramos y con planes de ir embarcar hacia sudafrica a gozarse la fiesta del Futbol.
Camino al volcán Osorno: después de 2 dias en Puerto Varas, y estando en el camino, nos dirigimos a el parque nacional del Volcan Osorno, por la carretera siempre bordeando el lago y haciando algunas paradas para tomar fotografías ya que el paisaje lo amerita, llegamos a la entrada al parque nacional y como casi todos los parques nacionales de Chile la entrada no tiene costo, empezamos el ascenso que cada vez se hace mas inclinado, de 4ta a 3ra, de 3ra a 2da y por ultimo, solo 1ra. Al ver los carteles faltan varios kilómetros para llegar y solo sube en primera, tuvimos la duda de si seguíamos o nos devolvíamos, pero no había como devolvernos, asi que decidimos seguir con susto de que se calentara el motor o se apagara, pero al final después de la subida mas pendiente, mas lenta y mas larga en primera, llegamos a la cima del nevado volcán Osorno, y si que valió la pena.

La hermosa vista desde este lugar ayudada por lo despejado que estaba el cielo, mostraba el mar en el horizonte, los andes con algunos de sus picos nevados, los volcanes circundantes y la ciudad de puerto varas junto al lago, el centro de sky que aun no se encuentra en funcionamiento pero las telesillas te llevan a dar un paseo y te acerca a las nieves perpetuas.



Pronto cae la noche y las luces de cada pueblo se encienden y acompañan a la luna llena que se refleja en el borde nevado del volcán. Es una noche encantadora y ya que nos dieron visto bueno para pasar la noche junto al restaurante, este hermoso lugar acompañados de lunita fue nuestra casa.
El estar en este momento con toda su tranquilidad, su paz, el hecho de sentarse a ver las estrellas, las luces de los pueblos y el halo que formaba la luz de la luna en el cielo neblinoso, sentir la hermosa energía que tenia ese lugar, llegamos a la conclusión que este es una de las noches mas especiales desde que iniciamos este recorrido, y Chile nos ha ayudado mucho con esto, porque es el único pais donde hemos podido acampar con lunita en buenos y tranquilos lugares, donde no estamos tan preocupados por la seguridad y donde se siente una paz infinita, nosotros que somos nuevos en esto de aventurar por la calle, que a veces extrañamos la tranquilidad de la casa convencional, que aun sentimos un poco de temor por algunos sitios tal vez sin ninguna razón, realmente estamos en el momento que sentimos a lunita como la casa de la que no quisiéramos salir.

Después de dar las ultimas miradas a este hermoso lugar, vamos de regreso a la ruta, vamos a un lugar que nos habían recomendado desde Santiago, que es el salto del rio Petrohue, son un poco menos de 50 kilometros hasta llegar al lugar, se camina por un corto sendero y se llegan a la pasarelas desde donde se ve las caídas escalonadas de agua del rio Petrohue que formas unas pequeñas pero bellas cascadas de agua azulosa, que al caer forma una gran cantidad de espuma.
El agua de este rio proviene de los picos nevados de la zona que con la friccion va tomando tonalidad de los minerales y sediementos. Es un color de agua hermoso, inusual, jamás habíamos visto un rio con el color que nos recuerda en agua del mar Caribe, de pronto y al observar bien el fondo transparente, observamos unos grandes peces que danzan unos detrás de otros y saltan fuera del agua, son SALMONES y se encuentran en desove, típica escena de cualquier programa de la naturaleza, pero en este momento se encuentra frente a nuestros ojos.
Este lugar es para tomarse un momento con paciencia y sentarse sobre las rocas del borde del rio, tan solo a escuchar en silencio los sonidos de la naturaleza y de vez en cuando ver que un salmon salta y sobresale de la superficie del agua.
Lugares como este son los que abundan en la región de los rio y los lagos de Chile y lugares para acampar con la Kombi y aunque nos encontramos a mediados de otoño aun hay sitios abiertos al publico y mercados donde abastecerse de comida. Nos quedamos junto a una casita en el campo y aprovechamos para probar los Kuguen (tartaleta de pan, crema y frutas)

Nuestro sueño, pescar un salmon en el rio Petrohue.
Despues de haber conseguido todo el equipo de pesca desde Santiago y haber escuchado de los salmones de 30 o 40 libras que saltaban en el rio, vamos en su búsqueda. Son varios días en el que el frio de sur nos acompaña y cada dia se va haciendo mas intenso, lugares donde pescar sobran, un recorrido en una canoa rio adentro o pescar desde la orilla o desde un puente.

El agua del rio es helada, por lo que primero intentamos rio adentro con la canoa dirigida por un chico que por unos pocos pesos rema y rema por mas de 2 horas, tiramos muchas veces el anzuelo con la cuchara salmonera especial, pero nada de nada. al dia siguente lo volvimos a intentar, pero nada, estábamos un poco decepcionados y tomamos la decisión de irnos a pescar debajo de un puente donde al uno asomarse ve los grandes salmones, al llegar habían varias personas en la misma. Bajamos entre las ramas y las espinas y nos ubicamos junto a la orilla, estuvimos a punto de perder las cucharas salmoneras, pero al final las podíamos recuperar de en medio de las piedras.

Los salmones saltan frente a nuestra cara, pero no muerden el anzuelo. Vemos otras 2 personas que después de perder varias chucharas, pescan, uno un gran salmon de unas 30 libras que después de mas de 30 minutos de tira y suelta se dejo sacar. Nosotros ya estábamos cansados y el frio se hacia mas intenso con el pasar de las horas como para seguir intentándolo, asi que después de mas de 3 horas en este lugar decidimos resignarnos, declararnos en mala suerte para la pesca del salmones y continuar nuestro camino.
Decidimos que ya es momento de partir de Chile y reencontranos con ella mas al sur, pero por ahora el camino se desvia rumbo a Argentina, con el mismo animo de siempre, nos desplazamos a las cercanías de la frontera con Puyehue, pueblo pintoresco a las orillas del Lago Puyehue, donde se divisa ya el movimiento fronterizo, autos con placas argentinas, mochileros y uno que otro gringo haciendo dedo para parar algún medio de transporte que los lleve a la frontera. Hacemos unos cuantos kilómetros más por un camino mitad asfaltado y mitad de ripio, hasta llegar a un lindo y transitado lugar llamado las termas de Puyehue, la mayoría de las placas de los vehículos eran argentinos, y estaba a reventar. Nosotros damos un vistaso y decidimos acampar en el carro y no entrar a las termas, para disfrutar de ellas con el frio que sentíamos era casi imposible. Pasamos una noche tranquila y abrigada dentro de lunita, acompañados de otras casas rodantes y el parloteo de la gente. A la mañana siguiente después de alistar y poner cada cosa en el lugar correspondiente, nos dirigimos a La frontera Chilena- Argentina, paso cardenal samoré.
Con un poco de nostalgia nos despedimos de Chile, quinta etapa de nuestro viaje por América del sur, agradecemos el ánimo que nos dieron Nancy y Eduardo en Viña del mar por que sin sus comentarios e insistencia de no dejar pasar por alto el sur de chile, hubiéramos huido del los estragos que causo aquel espectáculo de la madre naturaleza el pasado 27 de marzo en la región del maule y biobio, valió la pena esperar y guardar la calma ante las repetidas veces en que la tierra se siguió moviendo, porque el sur de Chile está muy cerca de ser el paraíso. Gracias a todos los nuevos amigos que hicimos sin ellos nuestra estadía no hubiese sido tan agradable, gracias por hacernos por un rato parte de la familia.


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