Desde hace ya un tiempo veníamos con ésta cuestión, averiguando, llamando a todas las navieras, visitando blogs de viajeros, pero nunca pensamos que hacer el trámite siendo colombiano, fuese más complicado. Toco ir a tantos lugares, firmar tantos papeles, sacar tantas copias, hacer tantas colas, hablar aquí y allá! en fin el trámite. Es más fácil hacer el trámite siendo extranjero.
La Naviera con la que hicimos este trámite es la siguientes:
NAVES S.A
Manga Av. Miramar Calle 24 No 23-65 frente al muelle turístico
Teléfono (00575) 6609450/51
Ellos ofrecen enviar en carro en un sistema llamado Ro-Ro (entrar el carro rodando al barco sin necesidad de ingresarlo con contenedor) que es más económico.
Al contactarse con ellos dirán los pasos a seguir.
-Visita a la DIAN
-Puerto de Contecar ( revisión de la DIAN y antinarcóticos)
-Sociedad Portuaria.
Los costos que tuvimos fueron los siguientes:
Naves: 450 dólares
Contecar (Cartagena): 60 dólares
Seguro para ingresar al puerto: 35 dólares
Puerto Manzanillo (Panamá): 60 dólares
Seguro para ingresar a Panamá: 15 dólares
TOTAL:620 dólares
TOTAL:620 dólares
Al enviar el carro vamos rumbo a Barranquilla donde aprovechamos para visitar nuevamente a la familia. Al día siguiente tomamos un vuelo con rumbo a Ciudad de Panamá, el ingreso sin nada en particular para contar(Para tener en cuenta, no es necesario comprar tiquete de regreso,en caso que que soliciten el tiquete de regreso se puede mostrar el documento de envío del vehículo)
Nos hospedamos en casa de Jonh que conocimos por la red de COUCHSURFING, Colombiano, Geólogo que trabaja en las excavaciones para la ampliación del canal de Panamá. Una persona muy amable y nuestra primera experiencia de hospedarnos en casa de personas dispuestas a recibirte. Aunque no tuvimos mucho tiempo para hablar un poco más, nos contó cosas tan interesantes de su trabajo, que quedamos con la boca abierta. Durante esos días nos dedicamos a conocer cuidad de Panamá en bicicleta, ir a lugares hermosos, modernos y antiguos, llenos de historias interesantes y gente diferente. Casi todo se mueve en torno al canal y al turismo. Donde voltees la mirada un negocio de chinos se te cruza delante de tus ojos.
En especial un lugar que nos gusto mucho fue la subida en bicicleta al cerro Ancón, desde donde la vista de la ciudad es especial. Es el punto mas alto de cuidad de Panamá, desde donde se ve la cuidad moderna y antigua y a su espalda la imponente vista del "el canal de Panamá".
Nos dirigimos a Colón, y por medio de CS nos contactamos con Efraín y su familia que nos hospedan en su casa. Nos sentamos a charlar por largos momentos y nos cuentan historias que han vivido a través del paso de tiempo y el cambio de administración del canal de Panamá. Es muy interesante este lugar ya que se tejen muchas historias a su alrededor dado la gran importancia económica.
Cuando vamos a recoger la kombi a el puerto de Manzanillo, nos damos cuenta que hay que hacer otras cosas más fuera del puerto y llegamos un poco tarde, había que comprar un seguro para daños a terceros (15 dolares), hacer los trámites de ingreso del vehículo en una aduana externa, en fin. Solo quedamos con esta imagen de lunita bajo la lluvia, detrás de la reja, delante de todos esos contenedores.
Tocó regresar al día siguiente ya con todo listo y nos dirigimos al lugar donde entregan los vehículos que han sido transportados en Ro-Ro, y vaya sorpresa tenemos al ingresar a la kombi, nos han robado una cantidad de cosas y todos los recuerdos, botones e imanes de los clubes de Suramérica. Trataron de abrir los armarios y rompieron todas las bolsas que encontraron en búsqueda de cosas que llevarse. Nos dejaron todo revolcado. Aunque sabíamos que algo así podía pasar, la verdad no estábamos preparados para el sentimiento de un incidente como este.
Después de unas vueltas por los hermosos alrededores de Colón, donde se pasa el canal de un lado a otro, donde se ven lagartos pasar por los ríos, donde todo es selva y naturaleza (la otra cara que nunca nos muestran de Colón, y que un amigo de Cali, Carlos nos regaló y nos hizo cambiar de opinión), regresamos a Ciudad de Panamá. Vamos a recoger a Andrés ( hijo de Jorge) que estará con nosotros en vacaciones.
Por contacto de Alexandra, presidenta del club VW de Panamá, nos hacen una entrevista para la revista CEROKM especializada en automotores y que sale mensualmente con el periódico nacional, que saldrá al público el 24 de Agosto. Nos divertimos mucho con el grupo de periodismo y con todas las poses para las fotos y nuestra falta de naturalidad para posar fuera de las exclusas de Miraflores del canal de Panamá.
En la noche compartimos un corto Rato con Alexandra donde intercambiamos calcomanías y algunas historias.
Saliendo de Panamá hacia en norte, hacemos algunas paradas en bellas playas del pacífico. Playa Blanca, el Palmar, donde el día fresco y la tranquilidad nos permitieron acampar junto al sonido de las olas rompientes.
Llegamos a Penonomé, una ciudad pequeña, tranquila, donde aún se puede dejar las ventanas abiertas y la puerta sin cerrojo. Nos contactamos con Fátima por CS, ella nos recibió a los 3 en su casa junto a su hija Francis. Profesora de profesión y más por vocación, trabajó 10 años en un recinto rural de muy difícil acceso, donde tenía que caminar varias horas por terreno sin asfalto de ida y regreso, siendo la única profesora de este lugar. Las historias de sus "niños" las contaba con mucho cariño y sentimiento que logró contagiarnos! Fátima, no sabes la cantidad de lecciones de vida que nos has dado en un día y lugar inesperado!
En la noche compartimos un corto Rato con Alexandra donde intercambiamos calcomanías y algunas historias.
Saliendo de Panamá hacia en norte, hacemos algunas paradas en bellas playas del pacífico. Playa Blanca, el Palmar, donde el día fresco y la tranquilidad nos permitieron acampar junto al sonido de las olas rompientes.
Llegamos a Penonomé, una ciudad pequeña, tranquila, donde aún se puede dejar las ventanas abiertas y la puerta sin cerrojo. Nos contactamos con Fátima por CS, ella nos recibió a los 3 en su casa junto a su hija Francis. Profesora de profesión y más por vocación, trabajó 10 años en un recinto rural de muy difícil acceso, donde tenía que caminar varias horas por terreno sin asfalto de ida y regreso, siendo la única profesora de este lugar. Las historias de sus "niños" las contaba con mucho cariño y sentimiento que logró contagiarnos! Fátima, no sabes la cantidad de lecciones de vida que nos has dado en un día y lugar inesperado!
Buscando un lugar intermedio entre Penonomé y Bocas, Fátima nos recomienda las playas de las Lajas. Un bello lugar en la playa del pacífico, que en ese preciso momento se encontraba solitario y en calma. nos ubicamos junto a la playa muy cerca a la desembocadura del río, entre la sombra que ofrece las palmeras y el sonido del apaciguado mar.
Al ir conduciendo por lo que nos habían advertido una carretera muy complicada por las muchas curvas y grandes montañas rumbo al atlántico (una subida muy tranquila y suave a comparación de las acostumbradas en los andes de Suramérica) vemos por el parabrisa de lunita a un hombre conduciendo bicicleta, al ver su cara nos damos cuanta que es Lorenzo, un español del país Vasco que conocimos en Cali hace unos meses, gran viajero que lleva 15 años pedaleando por el mundo. Que coincidencia verlo nuevamente, si nos hubiéremos puesto de acuerdo, tal vez no lo habríamos logrado.
En el puerto de Almirante se toma la lancha que nos lleva hacia las islas de bocas del Toro. Hay un ferry pero es demasiado costoso comparando el pasaje en lancha. La kombi toca dejarla en un estacionamiento junto al río. Esta ciudad tiene un gran puerto desde donde salen contenedores con bananos y plátanos de la zona bananera panameña, cientos de contenedores marcados con la famosa niña de 2 colas en el cabello de banana chiquita.
Bocas del Toro, paraíso del mochilero, donde ver un nativo es muy poco común. Entre turistas, indígenas y gente negra se entienden en un típico patuá. lleno de lugares hermosos de playas de arena blanca, aguas claras que permiten ver las estrellas de mar y olas calmas. Un lugar para disfrutar en compañía de un buen libro y unas copitas de vino. Ahora en temporada baja muy fácil conseguir donde alojarse y a muy buenos precios
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Vamos rumbo a la frontera, con las vías en buen estado y a una buena marcha. Llegamos al cruce fronterizo, sellamos nuestros pasaportes y entregamos el permiso de ingreso de lunita a Panamá (Legalmente estamos fuera de Panamá). Vaya sorpresa nos llevamos cuando unos jóvenes militares nos hacen miles de preguntas al notar que nuestros pasaportes son colombianos. Hacen una cantidad de llamadas y van de acá para allá con nuestros pasaportes. Preguntando cosas que no tienen nada que ver con su labor. Pensamos que a veces las fuerzas armadas se toman éstas atribuciones solamente para hacer sentir su poder, así no tenga ningún sentido. Que nos tienen que revisar si vamos de salida? (es que ellos creen que no nos revisaron en la entrada y varias veces en el camino?) no sé. Esto le correspondería hacerlo a Costa Rica.
El militar llama a un superior que se dirige a nosotros con mirada rala y tono agrio, nos pregunta más y más cosas. Nos ve con un menor de edad y ni siquiera así esta dispuesto a comportarse a la altura. Le parece que somos dignos de ser buscados por la Interpol! así que nos retienen para hacer las averiguaciones correspondientes. Cuando nos dice esto, mi cara hace un gesto de gracia, a lo que el pregunta si me daba mucha risa, cómo hace uno para decirle que SI?
Nos llevan a la estación. ahí nos hacen llenar papeles, nos preguntan cosas, nos miran las características corporales, anotan. nos toman fotografías... JA! nos sentimos como en una película. Nos revisan en carro de arriba a abajo y de atrás hacia adelante. libro por libro hoja por hoja, caja por caja, bolsa por bolsa. Siempre pensé: que es lo que buscan? tal vez ni ellos mismos sabían. Obviamente no llevamos nada fuera de lo legal. 4 horas después según ellos confirmaron que nos somos buscados por la interpol, incluyendo a un menos de 15 años. Salimos con ganas de llegar rápido a Costa Rica, preguntándonos y haciendo análisis de la situación: A que delincuente se le ocurre pasar una frontera con una kombi verde rana con placas de Colombia? No creo que a muchos.
Pero como los malos ratos se olvidan rápido, los dolores y las penas se quedan atrás. Llegamos a Costa Rica y vaya sorpresa nos llevamos al ingresar. El primer costarricense que nos habló, la persona que sella el pasaporte, nos saludo muy amablemente, sonrió, igual que las personas de la aduana, que no nos pusieron ningún pero ni pretexto. Es tan así de bueno que nos esperaron media hora más sin cerrar la aduana ya que era su hora de salida. Ay! que falta nos hacía funcionarios amables y cariñosos, que nos atendiera bien, que nos saludara, que se despidiera, nos hacía mucha falta. Lamentablemente o afortunadamente las culturas son diferentes con solo pasar la línea imaginaria de la frontera.
Más tranquilos y con miras al norte, salimos rumbo al Limón, donde pasamos nuestra primera noche en la hermosa, amable y querendona Costa Rica.