27 de marzo de 2013

Más varados que nunca

Después de bajar de la sierra de California, decidimos tomar la ruta 1 por toda la playa para llegar a Los Ángeles aunque había que recorrer 150 millas más. Las ganas de llegar nuevamente a la playa después de tanto frío eran grandes. El desierto empieza a aparecer y las montañas dejan de ser verdes. Un pequeño verano apareció en días de invierno.



Llegamos a Ventura después de mucho recorrido y justo unos pocos metros antes de salir a la ruta 1 un gran sonido aparece. Nos detenemos en un parqueadero a mirar el motor. Eso si; hay que agradecerle a lunita que se vara siempre en el lugar indicado o cerca de donde podemos parar.  Pensando que era un problema eléctrico, limpiamos en distribuidor y hacemos unos pequeños ajustes y salimos nuevamente, pero 2 cuadras adelante el sonido se hace más fuerte y el carro no se mueve más.

Pasan varias cosas como siempre y más en California donde la gente es muy entusiasta de los Volkswagen antíguos. Encontramos ayuda rápidamente con el amigo de un amigo que desde Puerto Rico nos hace contacto. Desde el lugar donde estábamos varados la grua de la compañía de seguros de nuestro amigo nos lleva unas 20 millas hasta el pueblo de Ventura y nos deja fuera de un taller volkswagen. Pasamos ahí la noche y nos damos cuenta el día siguiente que hacer el arreglo no era fácil, tenían preferencia por autos modernos y el gasto iba a ser grande. Así que a esperar que se nos ocurre! pasamos tres noches en un viejo estacionamiento de el pequeño pueblo.



Después de esos tres días en el parqueo recordamos que nuestro amigo Juan quién conocimos por el programa de Univisión estaba muy cerca de nosotros, se encontraba en Los Ángeles, así que lo llamamos.  Y el salió a nuestro rescate!



Condujo las más de 100 millas desde su casa con su camioneta y una herramienta especial para remolcar kombis, pero no le sirvió a lunita. Pasó la noche con nosotros en la kombi y al día siguiente salimos a alquilar la herramienta exacta. 



Con lunita lista para remolcar hacia Los Ángeles salimos contentos y satisfechos por que como siempre decimos, nunca la kombi nos ha dejado tirados en un lugar donde no nos puedan socorrer.



Aliviados miramos a lunita desde la camioneta de Juán. Ahí iba corriendo por primera vez a más de 120 kilómetros por hora, eso si no por su propia cuenta, solo lo pudo hacer una vez en su recorrido por América pero remolcada por otro auto! 



Llegamos en la mañana a un mecánico en Los Ángeles quién bajó el motor. Vemos obviamente que la volante o cremallera se había aflojado. Ese era el fuerte sonido. El mecánico baja la pieza y vemos que los huecos que van al cigüeñal están deformes, él con un martillo los redondea un poco y vuelve a montar la pieza.  Solucionado el problema.... POR ESE MOMENTO!!!!!




Nuestra prisa y preocupación llegar a tiempo por Andrés el hijo de Jorge que venía a recorrer un tiempo con nosotros el camino!!! Llegó y rodamos la kombi hasta las Vegas y regresamos, pero con esa vibración el la palanca de cambios que no se mejoraba desde antes de la reparación. 

Después de pasar el año nuevo en un pueblo cerca a Los Ángeles, vamos a Los Ángeles nuevamente, cuando volvió a sonar ese fuerte ruido de un mes atrás. Obviamente era el mismo problema de la cremallera y el carro no se iba a mover más y decidimos parar al lado de la gran autopista interestatal donde se ven pasar los carros más rápido cuando estás parado al lado de ella.


Nos sentamos a esperar y a reirnos un poco de la mala suerte que hemos tenido últimamente con el motor, cuando una persona se detiene en una calle detrás de la autopista y nos ofrece sacarnos halando a lunita unos 3 kilómetros a un lugar seguro. Después de llegar a un parqueadero, el recuerda que tiene un amigo en el pueblo que repara VW. Llegan dos familias al parqueadero y terminamos acampando con lunita en un gran taller con mucho espacio.



Ambos Hershal y Douglas eran amantes de los Volkswagen y nos dicen que el siguiente día (domingo) en la mañana se arriesgarían a bajar el motor de la kombi. Como siempre la gente con experiencia tarda poco tiempo en bajar el motor, así que fuimos en búsqueda de lo que sospechabamos tenía el motor de Lunita. 



Efectivamente era lo mismo, la volante estaba suelta nuevamente y temíamos daños graves al cigüeñal. Estábamos bastante tristes pues sólo habían pasado 20 días desde que se hizo el arreglo al motor y era por la misma causa.  Al bajar la volante y el sistema de embrague esto fue lo que encontramos:



Todos los hoyos de los pines de la volante se habían deformado y de forma grave, pero esto no era lo peor;




Los hoyos de los pines al cigüeñal estaban muy ovalados. Este era nuestro temor y estaba sucediendo. Ni modo, pero los amigos de Yucaipa nos dicen que los rectifiquemos como debe ser y probar a ver cuanto más podemos andar con éste motor. 



Hay una volante de segunda y le rectifican los hoyos para unos pines más grandes, afortunadamente ellos tienen de todo en el taller y se fabricaron hasta los pines nuevos un poco más gruesos. 



Luego rectificaron los hoyos del cigueñal y manos a la obra. Se reemplazó el disco del embrague por que estaba todo lleno de aceite y se armó el motor nuevamente. Al prender el carro, todo sonó PERFECTO! que alegría lunita nuevamente rodando y la palanca de cambios con una vibración casi imperceptible. 



Se hicieron los últimos retoques y a rodar! quedó suavecita... COMO NUEVA!



Pasamos a despedirnos a casa Douglas y su familia y a ver cuanto era la cuenta por los arreglos, pero nos dicen que todo corre por su cuenta y al amor por los autos Volkswagen.  

Salimos nuevamente a recorrer lo que nos separa de Los Ángeles y a unas 50 kilómetros en medio de la autopista enciende el bombillo del aceite. Paramos inmediatamente y gran cantidad de aceite se estaba botando entre la caja de cambios y el motor.  Nos dimos cuenta de inmediato de nuestro gran error, no cambiamos el retén rojo que va al motor y muy seguramente se daño poniéndolo. Gran error. Allí en medio de la autopista paró otra persona que nos vió y nos fue a comprar aceite para irle poniendo mientras se botaba. 



Duramos dos días y tal vez dos galones de aceite para llegar 100 millas al lugar donde el mécanico nos esperaba, varias veces encendió el bombillo del aceite, así que creemos recalentamos en motor varias veces.


Todo el aceite goteaba a la caja de transmisión y se iba botando en el camino. Fue mala suerte, porque el arreglo anterior quedó bien, solo faltó ese pequeño detalle. Un empaque que tan solo costaba 3 dólares nos daño el arreglo del motor! 





Después de tanto pensarlo y saber que vamos para un gran recorrido hacia el oriente de estados unidos, con el carro recalentado en varias ocasiones y con la posibilidad de haber resentido el cigüeñal tomamos la decisión de comprar un motor reconstruido que nos ofrecieron a 700 dólares y aceptaban por 200 dólares el motor viejo. 





Los amigos de A & D Buggies, nos patrocinan con la reparación del exosto de lunita que ya estaba bastante oxidado y con hoyos.






Roland y los amigos del taller se portaron muy bien con nosotros e hicieron todo con paciencia y dedicación. Completaron y montaron el motor que habíamos comprado dedicando un largo tiempo.  Después de 1 semana en Los Ángeles salimos con el motor nuevo rumbo a Las Vegas.







En una parada de descanso a 100 kilómetros después de nuestra salida del taller vemos que en el piso hay mucho aceite en el piso nuevamente. Decidimos regresar poniendo aceite cada determinado tiempo hasta llegar al taller.  Faltando unos 30 kilómetros para llegar vemos que hay tanto aceite tirado en el piso que mejor utilizamos el último servicio de grúa que nos cubría el seguro del carro. 



Otra vez lunita en grúa, ésta fue la sexta vez que viajamos los 3 en grúa. Claro que para ser sensatos después de recorrer toda América en un Volkswagen del 76 y solo haber viajado en grúa 6 veces, no es mal récord. 



Llegamos y nuevamente Roland baja el motor y nota que el aceite cae de el radiador. Primero lo limpia con agua a presión y   desarma el motor hasta sacar el radiador, cambia los empaques por unos diferentes y problema resuelto. Lunita otra vez con motor nuevo y limpio.  Ahora si la historia de varadas no continúa más... POR AHORA!!!! 

Sólo quedan al final las reflexiones después de casi un mes continuo de varadas y quedadas en medio de las autopistas de los Estados Unidos. 

1. Definitivamente los carritos antiguos como lunita causan mucha simpatía, no hace falta quién se detenga a preguntar si estas bien o si pueden ayudarte. 
2. Así son los carros viejos. A veces esperamos mucho de nuestra kombi y no recordamos que con lo antígua que es antes nos llevado a lugares impensables.
3. Somos afortunados en siempre vararnos donde conseguimos ayuda.
4. Siempre encontramos gente maravillosa que está dispuesta a ayudarnos. 
5. Por algo se vara lunita... no nos vamos a quejarnos de sus actuaciones, por algo será!!!!! Ya tenemos augurio con este tipo de varadas.
6. Las varadas son parte del paseo.