Después de un poco grato momento con las autoridades fronterizas de Panamá, llegamos a Costa Rica. Aún no habíamos planeado el camino a seguir, así que terminamos llegando en horas de la noche al Limón, una ciudad a orillas del Atlántico con un puerto marítimo y poco atractivo. descansamos y detallamos los lugares a visitar.
Nos llama mucho la atención la palabra más repetida, la que más oímos desde que estamos en este país, la que utilizan para saludar y despedirse, "PURA VIDA" algo así como todo bien, excelente, en fin, acá en Costa Rica todo es pura vida, desde el sentimiento de la gente por el día a día hasta el nombre de los restaurantes, los hoteles, las agencias de tours, las cafeterías y hasta los jabones de baño... un bonito detalle que nos causó mucha gracia.
Nos dirigimos sobre el lado Atlántico para llegar hasta la población de Cariari, el camino con algo de ascensos y descensos un poco pronunciados, curvas y un paisaje bien peculiar. La selva en toda su expresión nos rodea al igual que la neblina que va ocultando el verde intenso del bosque y el frió que nos acompaña junto con la fuerte lluvia.
En Cariari dejamos a lunita en un estacionamiento y en bus por una vía destapada llegamos a La Pavona, donde se toma una lancha hasta el parque nacional Tortuguero. Este un lugar lleno de extranjeros y como lo habíamos sospechado, todo a un alto costo.
En el momento de encontrarnos en este lugar, pudimos apreciar la magia y la grandeza de la naturaleza. Grandes tortugas marinas que algún día nacieron en esta playa regresan a desovar. Ser parte de este momento es grande, las tortugas salen lentas del agua, buscan un lugar, abren un gran hoyo donde se apocentan y uno mas pequeño donde depositan sus huevos y después tratan de camuflarlo Las huellas de sus pisadas entrando y saliendo al agua se divisan al salir el sol e indica cuantas de ellas se atrevieron a salir.
A San José fuimos prácticamente de paso. Andrés de CS nos recibió a los 3 en su casa, un lugar tranquilo y muy fresco. hablamos de todo un poco y nos contó historias de su país y a poco de terminar sus estudios superiores está planeando su viaje en el futuro.
Con los caminos siempre adornados por hermosas flores de heliconias, plátanos y grandes árboles vamos viajando hacia la fortuna, nos llama la atención que muchos de los puentes sobre los ríos solo tienen un carril, hay que esperar de un lado para poder pasar.
Costa Rica es el país de los 10 dolares. Las entradas a los parques, un plato de comida, alojamiento por persona, todo es mínimo a 10 dólares. Es un poco difícil encontrar algo con menos precio. El alto costo tal vez se deba a el gran arribo de turistas extranjeros.
La idea era divertirnos y ahí si hay mucho por hacer, innumerables actividades a los alrededores de la fortuna hacen que los visitantes alarguen su tiempo de estadía. Y que mejor que hacer que tirarse por las líneas de uno de algunos de los cánopy de la zona. una gran experiencia que nos dejó de cabeza.
Desde varios ángulos se puede divisar el activo volcán la fortuna, haciendo una corta caminata se llega a un lugar donde se puede ver un hermoso lago de aguas claras. Nos tomó varios días ver el cráter despejado.
Nos dirigimos sobre el lado Atlántico para llegar hasta la población de Cariari, el camino con algo de ascensos y descensos un poco pronunciados, curvas y un paisaje bien peculiar. La selva en toda su expresión nos rodea al igual que la neblina que va ocultando el verde intenso del bosque y el frió que nos acompaña junto con la fuerte lluvia.
En el momento de encontrarnos en este lugar, pudimos apreciar la magia y la grandeza de la naturaleza. Grandes tortugas marinas que algún día nacieron en esta playa regresan a desovar. Ser parte de este momento es grande, las tortugas salen lentas del agua, buscan un lugar, abren un gran hoyo donde se apocentan y uno mas pequeño donde depositan sus huevos y después tratan de camuflarlo Las huellas de sus pisadas entrando y saliendo al agua se divisan al salir el sol e indica cuantas de ellas se atrevieron a salir.
A San José fuimos prácticamente de paso. Andrés de CS nos recibió a los 3 en su casa, un lugar tranquilo y muy fresco. hablamos de todo un poco y nos contó historias de su país y a poco de terminar sus estudios superiores está planeando su viaje en el futuro.
Con los caminos siempre adornados por hermosas flores de heliconias, plátanos y grandes árboles vamos viajando hacia la fortuna, nos llama la atención que muchos de los puentes sobre los ríos solo tienen un carril, hay que esperar de un lado para poder pasar.
En un recorrido de 8 kms desde la fortuna vamos en bicis hasta la entrada a la catarata de la fortuna. Después de descender unos cuantos cientos de escaleras aparece una hermosa cascada azulosa y de agua bien fría. El mirador, muestra la cascada casi imperceptible envuelta entre la selva y al fondo la vista majestuosa del volcán la fortuna, activo pero ahora dormido.
El camino nos lleva a buscar el océano Pacífico Costarricense, Playa Hermosa un lugar tranquilo de aguas calmas,transparentes y con veleros anclados en su bahía. Un lugar hermoso para terminar nuestra estadía por estas tierras ticas.
Llegamos a la frontera con Nicaragua, no entendemos algo bien curioso que nos ha pasado en Centroamérica y es que nos revisan y nos hacen preguntas es para salir de su país. Para ingresar ni siquiera hacer ninguna revisión. En fin, por algo será. Con la policía de Costa Rica solo tenemos contacto 2 veces sin ninguna inconveniente ( una muy cerca de la frontera de ingreso y otra a la salida hacia Nicaragua). Estamos un poco curiosos por lo que se vendrá de ahora en adelante con los pasos fronterizos, vamos a ver que pasa, les estaremos contando.